akira llegó de forma casual. una amiga me contó que se la había topado por ahí. pequeña y con mínimas herramientas de sobrevivencia, la adoptó sabiendo que no podía tenerla con ella mucho tiempo.
me llamó contándome de la nena... y luego de un par de gestiones ya estaba en casa.
antes de eso mi cabeza se llenó de dudas... mi primera gran responsabilidad de la vida... y sin conocerla siquiera... y si no hay feeling??
llegó, nos reimos con su carita de murciélago... ojos y orejas gigantes... chillona, le gustaba sentarse en hombros... lo hacía con holgura esta minúscula.
y no fue inmediato como en las teleseries: te veo y te quiero... ella se hizo su lugar principalmente modificando sus conductas que nos producían conflicto. Nos conquistó...
mucho que aprender de una pequeña y flexible gatita
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