lunes, diciembre 21, 2009

el secreto

no puedo negar que en algo estoy de acuerdo con tan detestable libro de 15 cms cuadrados, pocas letras y un valor que va de acuerdo con su gran demanda ($21.700)

las cosas, sean buenas o malas, las llamamos con el pensamiento.

y bueno, como cada vez que voy a yoga volvió a ocurrir que en el momento de relajación, Raga sabe perfectamente como llevarnos a un estado zen.

quizá en espacios donde reina la armonía florece también la telepatía, como ese día que llegamos todas de polera damasco, color que usan nuestros prabhu hare krishna.

hay dos tipos de relajación que disfruto más: uno es el recorrido por nuestros 7 chakras y el otro es el viaje. primero fuimos al espacio y llegamos leeeejos, luego hicimos un viaje personal y hoy la idea era dirigirnos a algún lugar significativo y encontrarnos con alguien.

y si, fui al patio de la casa de mi abuela, en nochebuena. miré hacia el cielo y se veian las estelas de voladores rojas y verdes. ahí entendí que estabamos en la decada de los 80´s.

cómoda en mi posición de observante invisible, comienzo a hacer un paneo. al parecer no faltaba nadie en la fiesta, sólo veía siluetas oí y voces sordas.

y cuando llegó el momento de toparme con mis padres ignorándose como siempre... me acerqué, le di el pase a mi inconsciente y la yo de hoy se sentó en una butaca.

en ese instante la niña se hizo visible, los padres la miran asombrados, con un brillo de enojo en su mirada. ella les toma las manos y las une, ellos se miran y la olvidan...

ella creció y ahora es libre.

suena una campana y es hora de cambiar de posición, escuchamos la frase para meditar hasta la próxima reunión que habla de lo bueno que es tener una actitud amable con todos por distintos que podamos ser.

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