cuando una amiga me contaba sobre un señor opus dei que se tomaba una hora diaria de trabajo para rezar, pero que la forma de despedir a sus colaboradores era ocupando su escritorio con otra persona me pareció tremendamente inconsecuente por decirlo menos.
me quedé pensando en eso cuando se me ocurrió hacer un paralelo con mi experiencia de vida.
yoga
cuando estoy practicando posturas con mis maestros y compañeros es muy fácil proyectar armonía, sonreir y ser amistosa.
el desafío está en ser fiel a nuestra fe cada minuto del día. con mayor razón en condiciones adversas.
la práctica es la que nos da satisfacciones
nuestra práctica es lo que reconforta al medio en el que nos desenvolvemos
No hay comentarios.:
Publicar un comentario